Anochezco
Y así es, otra noche en vela, mi alma se congela y mañana calavera, no soporto la humedad que se genera, al verme solo en esta lisa enredadera.
Quiero volar, quiero sentir, abrazarte y luego morir, poniendo fin al sinvivir que habita cada hora en mi seco paladar.
Mirando al cielo, carezco de sentimientos, sueño con un desierto relajado pero en movimiento. Siento un ego alterno cada vez que pienso en mi alter ego, un chico poco conocido y a veces un tanto gamberro.
Lo peor es el olor a putrefacion procedente de mi yo cansado y lleno de dolor, que espera que pasen las horas con la esperanza de alibiarse el quemazon.
Es extraño, sentirse descolocado en este lugar tan acomodado, estoy tan perdido que hasta no me veo envejecido, sigo esperando al niño que me saque del asilo.
Mi burbuja explota y me tumbo derrambandose en mi cora, todas las esporas de mis pasos a deshora.
Y no fluyo, el contenido es absurdo porque carezco de expermientacion y, anelo ese futuro tan peliculero que no tiene nada que ver con el verdadero mañanero.
Pasan los dias y me desprendo de algunas cosas, valoro otras por mi actitud fria ante la mora, que ha ocupado tanto tiempo mi extravagante cerezon, lugar de almas infantiles que pretender parecer mas duras aunque con su muerte sus caricias ya no quedaran impunas.
Lo tuve que aprender a las maduras. Y de hecho, ahí sigo; Día a día, hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo.