Prólogo
Primavera.
Recoge la rosa y aprecia el rocío que reposa en la tapa. Decae su mirada. No le ha gustado, ni a las palabras ver que su sonrisa ha sido en vano, da pena ver como el vinculo no ha progresado…
Pero da igual, es indiferente, no cambiara el contexto si es lo que pretende; Llueve hace frío y ella sigue bajo el puente.
Habíamos quedado y no se ha presentado, he llegado a tiempo y un poco incomodado, no me atrevía a decirle que lo nuestro había terminado, y que mi valentía no podía verla en ese estado.
No quería, solamente era capaz de ver como lo poco que quedaba de mi se atrevería a dar el paso, tal vez el ultimo, puede que el mas icónico:
– Acercarme a ella y entregarle mi legado, abrazado a una rosa roja y bondadosa de Valerie, idénticamente como algo o alguien te lo esta dedicando ahora a ti.
Cuidaos recíprocamente, os reconfortara en las frías noches y os hará llorar en las mas cálidas, al menos así, estaré tranquilo de saber que se hablara de algo procedente de mi.
Bruma.