The Wolves


Durante una semana fui salvaje. Corrí, reír, lloré, soñé... Me sentí completamente integrado en la madre tierra, donde nadie es discriminado por ser como es, y las únicas leyes estipuladas son aquellas del reino animal, simple y dominante.

Allí, donde la soledad no cobra sentido, donde el único poder recae sobre los hombres libres. Cómodo, a gusto y en paz, después de haber estado más de dos meses sin ir, esta salida exprés, me sirvió para reflexionar y plantearme mi futuro próximo. Conocí nuevas vidas, nuevos avatares, nuevas creencias, nuevos estilos de vida... Fue mágico y eficaz.

Al volver puse en marcha mi plan de vida por etapas, empezando por la que vivo ahora. Esto implica volver a entrenar para poder volver a ser el de antes: Un hombre auténtico y feliz.

Es irónico como hablo del paraíso: sentado en un banco de la metrópoli mientras espero para entrar al trabajo, como cada día de mi vida, hasta que la jubilación nos separe, o bien, seamos positivos, hasta que el destino lo desee.